La focaccia (hogaza en italiano) es un pan plano cubierto de hierbas aromáticas y otros elementos, muy tradicional de la gastronomía italiana.
Su masa es similar a la de la pizza, componiéndose básicamente de harina, agua, sal, aceite y levadura. Normalmente lleva hierbas aromáticas y se aliña con sal gorda y aceite de oliva.
Focaccia de ajo, tomillo y tomate confitado
Pétalos de tomate confitado
- Tomates rojos
- Aceite de oliva
- Hierbas aromáticas al gusto
- Sal, pimienta
Retirar el pedúnculo de los tomates con ayuda de una puntilla, y justo en el lado opuesto hacer una pequeña incisión en forma de cruz. Escaldar en agua hirviendo durante unos 10 segundos, y sumergirlos inmediatamente en agua con hielo para parar la cocción.
Pelar los tomates y cortarlos a lo largo a cuartos. Retirar las semillas con ayuda de un cuchillo, y disponerlos en una bandeja de horno forrada con papel sulfurizado. Salpimentar y espolvorear con hierbas aromáticas. Secar en el horno a unos 150ºC.
Una vez secos los tomates, confitar en aceite de oliva.
Pasta de ajo
- 2 ajos
- aceite de oliva
Rallar o majar los ajos. Añadir el aceite de oliva e ir removiendo, hasta formar una pasta.
Focaccia
- 500 g de harina de fuerza
- 13 g de sal
- 240 g de agua
- 50 g aceite de oliva + mas para pincelar
- 25 g levadura fresca de panadería
- Tomates confitados
- Pasta de ajo
- Tomillo
Juntar la harina, sal, levadura, agua y los 50g de aceite de oliva y amasar. El amasado puede hacerse tanto a máquina como manualmente, y la masa tiene que quedar bien trabajada.
Formar con ella una bola y dejar fermentar 30-45 minutos. Pasado ese tiempo estirar con cuidado y fermentar de nuevo, esta vez unas 2-3 horas.
Pintar la focaccia con aceite de oliva, disponer encima trozos de tomate confitado y espolvorear con tomillo. Hornear a 180ºC hasta que esté dorada (25 - 30 minutos). A media cocción repartir por encima la pasta de ajo, con la ayuda de un pincel.
Una vez fuera del horno espolvorear con sal Maldon.
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